Por Ruth Remesnitzky Consultora Lazos Comerciales
El dueño de una pyme intenta, como experto equilibrista, llegar al otro lado sin trastabillar. En su actividad diaria, en la que hay mucho por hacer y pocos recursos, todos hacen un poco de todo, pero la responsabilidad no recae en ninguno en particular.
Estamos en un mercado donde no hay reglas claras, sumado a la presión fiscal y los costos laborales, que generan desequilibrios de diversa índole, que pueden provocar que el negocio deje de ser rentable.
Hoy la información estratégica y oportuna es fundamental para poder tomar decisiones acertadas, ¿pero cómo hacerlo? A continuación, algunos tips interesantes para aplicar a su empresa.
- Definir misión, visión y valores – ¿Para qué?
- Definir objetivos a corto, mediano y largo plazos – ¿Qué?
- Organigrama con funciones, responsabilidades y líneas de mando – ¿Quién?
- Procesos en manuales de procedimiento – ¿Cómo y cuándo?
- Misión. ¿Para qué existe? Es el propósito de su empresa, la motivación última que le da sentido al resto de las preguntas. Se sitúa en el presente, la actividad que realiza, el entorno en que se encuentra, los recursos que dispone, la ventaja competitiva y a quien va dirigido ese beneficio. Visión. Lo que la organización aspira ser en el futuro. Valores. Principios éticos y pautas de comportamiento, que actúa como una brújula que guía nuestras acciones. La definición de estos tres conceptos (que deben ser coherentes entre sí) es el inicio de un plan estratégico. Es importante que sean conocidos por todos los miembros de toda la empresa para ayudar a que sepan quienes son, quienes quieren ser en un futuro y los valores en los que se apoyan para conseguirlo.
- ¿Qué? Tener objetivos ambiciosos, medibles y cuantificables, establecidos juntamente con los integrantes, que sean simples y permitan medir el crecimiento y tener un mejor análisis de lo que se está haciendo, y se actualicen constantemente para llevar un seguimiento estricto.
- ¿Quién? Permite saber las funciones e identificar cuando comienza y culmina la responsabilidad de cada integrante.
- ¿Cómo y cuándo? Permite transparencia en el accionar de los integrantes debido a que pueden conocer el mapa completo de un proceso y su impacto en el resultado final. Esto genera mayor colaboración y trabajo en equipo, a su vez que un mayor discernimiento respecto a las prioridades.
Cara rubro y actividad tiene sus particularidades y lo importante es que usted pueda alcanzar el resultado óptimo en base a la estructura que tiene armada. Luego, acorde a los objetivos propuestos, ir haciendo cambios de manera gradual para seguir creciendo sobre una base firme.
Y seguramente estará pensando, “es que somos pocos y todos hacemos un poco de todo, necesitamos más gente, pero los costos laborales son altos y no me cierran los números, este contexto es para quedarse quieto” y demás. Son las respuestas habituales cuando hablo con clientes, ya sean chicos, medianos o grandes y les respondo que estas herramientas pueden adaptarse a cualquier estructura y si necesita personal, pero le da incertidumbre, existe personal temporario que trabaja por proyecto y le facturan por el trabajo realizado.
Cuando la pyme va creciendo y no sabe donde está parada se siente desorientada. Llega un momento que si desea continuar su camino es fundamental hacer una pausa, ordenarse y seguir adelante de una forma más profesional.
La idea es hacer procesos ágiles y dinámicos a medida, donde la información fluya y los sectores puedan comunicarse de forma amena, y dejando atrás los cortocircuitos individualistas que repercuten en la rentabilidad de la empresa.
¿Y cómo uno transita este proceso, mientras sigue con su actividad cotidiana? Con muchísima comunicación, autoalimentando continuamente el circuito a fin de medir resultados y detectar desvíos. Porque todos los miembros saben con claridad cual es el objetivo que tiene que alcanzar el equipo, y todos se centrarán en seguir el mismo camino para lograrlo. Porque un equipo de trabajo bien coordinado y motivado puede alcanzar cualquier meta que se le proponga.
Diario El Economista – Fuente: Ir a la nota